lunes, 10 de diciembre de 2012

Las pizarras interactivas revolucionan la enseñanza


La pizarra interactiva, es una pantalla sensible de diferentes dimensiones que, conectada a un ordenador y a un proyector, se convierte en una útil herramienta para los profesores al poder controlar, crear y modificar mediante un puntero cualquier recurso digital que se proyecte sobre ella. Este sistema, el cual permite que el material de cada clase pueda ser guardado, impreso o reutilizado, es mucho más sencillo que disponer de un ordenador por cada alumno.
 El proceso comienza en el ordenador, que es donde se genera la información que se quiere transmitir. Esta información se envía al proyector y éste, a su vez, la proyecta en la pantalla. De esta manera, el profesor puede mostrar todo tipo de contenidos (texto, imágenes, vídeos, esquemas, etc.) y manipularlos en tiempo real, es decir, que puede subrayar, por ejemplo, las partes que sean más importantes, añadir comentarios o, incluso, corregir errores durante la clase. Las posibilidades que las pizarras interactivas ofrecen en asignaturas como matemáticas, idiomas o física son enormes, siempre y cuando la introducción de esta nueva tecnología vaya acompañada de un cambio metodológico en la enseñanza.
 Asimismo, este método favorece la interacción entre los alumnos y sus profesores. Las clases resultan más atractivas y los estudiantes participan más. Además, pueden hacer uso del mismo en la presentación de trabajos, para explicar ideas o responder a preguntas sobre el temario. Gracias a este sistema, es posible mostrar en el aula el trabajo de un alumno, o enviar e-mails a los alumnos con archivos de interés.

Tipos de pizarras interactivas
 Hay que tener en cuenta que existen diferentes clases de pizarras interactivas, cada una con sus propias características y especificidades. La agencia BECTA, en su guía sobre pizarras interactivas para escuelas de Secundaria, distingue los siguientes tipos:
  •  Kits de infrarrojos/ultrasonido: este sistema utiliza una tecnología basada en trasmisores de infrarrojos y ultrasonidos. Los kits se fijan en la superficie de la pizarra a través de unos clips o ventosas. Con el uso de lápices electrónicos específicos, el sistema registra la escritura y las anotaciones. Esta tecnología, más económica, puede usarse sin proyector para simplemente guardar o imprimir lo que se ha escrito durante la clase.
  • Pizarras pasivas: Las pizarras pasivas disponen de una membrana sensible al tacto, es decir, que pueden notar la presión ejercida en la superficie de la pizarra por cualquier objeto. En un nivel muy básico, también pueden utilizarse sin proyector, para guardar o imprimir el contenido anotado en la pizarra. 
  •  Pizarras activas: Este tipo de pizarras, más robustas que las pasivas, utilizan una tecnología de digitalización electromagnética, gracias a la cual se dispone de una resolución mayor. Su principal desventaja es que necesitan siempre un proyector para mostrar la imagen en la pantalla, porque los lápices que se utilizan no dejan ninguna marca física en la pizarra.

Las pizarras interactivas disponen de un software que incluye diversas funciones muy útiles para los profesores que podrán crear recursos educativos mucho más atractivos y llamativos. Además, al tratarse de un sistema muy novedoso y con muchas posibilidades, los software evolucionan hacia nuevos métodos y sencillas funciones que facilitan el trabajo a los docentes.